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Encuentro intercultural en Valencia

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El Centro de Desarrollo Rural Alto Palancia y Mijares (CDR) trabaja por la inclusión social, laboral y comunitaria en un territorio caracterizado por su dispersión geográfica, la falta de transporte público regular y la escasez de espacios de encuentro intercultural. 

Contexto y sentido de la actividad

Las personas migrantes residentes en municipios rurales encuentran dificultades añadidas: trabajos precarios, aislamiento, horarios irregulares y escasas oportunidades para acceder a actividades culturales o educativas fuera de su localidad. 

Desde esta realidad nace la propuesta de una excursión familiar, cultural e intercultural a la ciudad de Valencia, enmarcada dentro del programa de IRPF ‘’Arrelament’’ en el Objetivo 4: Contribuir a la configuración de una sociedad más justa e inclusiva y facilitar la inclusión de las personas migrantes mediante encuentros interculturales entre la sociedad de acogida y personas migradas. 

La finalidad de la actividad fue ofrecer una experiencia colectiva que combinara la autonomía personal, la educación cultural y la cohesión grupal. No se trataba únicamente de conocer Valencia, sino de acercar el mundo urbano a quienes rara vez pueden salir de la comarca por motivos económicos, laborales o personales. Muchas personas participantes trabajan en empleos del cuidado, limpieza o agricultura, con horarios cambiantes y sin posibilidad de planificar salidas. Por eso, organizar la excursión un sábado permitió garantizar la participación de una gran cantidad de usuarios, eliminando la barrera del tiempo y reconociendo su derecho a disfrutar del ocio, cultura y el espacio público. 

El propósito último fue favorecer la autonomía y el sentido de pertenencia, impulsando además la creación de una red social entre los diferentes usuarios del CDR, de forma que los vínculos se extiendan más allá de los talleres o servicios habituales, dando una oportunidad para establecer vínculos vecinales entre personas con poco tejido social. 

 

Organización y preparación previa

La actividad se gestó con un mes y medio de anterioridad. El equipo técnico abrió un espacio de consulta mediante una encuesta de preferencias facilitada en el grupo de WhatsApp para que los usuarios decidieran el destino. De entre las varias propuestas la opción de visitar la ciudad de Valencia fue la más votada: por su valor simbólico como capital de la Comunidad, por cercanía y por el deseo de muchos por conocerla por primera vez. 

Una vez decidido el destino, se inició el proceso de organización y comunicación: 

  • Publicación del cartel de la excursión en RRSS. 
  • Difusión por el grupo de Whatsapp de migración. 
  • Creación del formulario de inscripción con datos de contacto y necesidades específicas. 
  • Confirmación final individual el día previo a la salida. 

Se garantizó la participación de personas de distintas edades, nacionalidades y situaciones administrativas, ofreciendo apoyo lingüístico y acompañamiento cercano. El equipo técnico diseñó la ruta cultural, elaboró una guía adaptada para el grupo que incluían explicaciones breves en lenguaje sencillo, incluyendo curiosidades. 

El transporte se facilitó alquilando un autobús financiado a través de los fondos del programa de IRPF, y el equipo del CDR Palancia Mijares asumió la coordinación, mediación y guía de toda la jornada. El grupo quedó finalmente compuesto por 44 personas, entre usuarios de origen colombiano, venezolano, cubano, ucraniano, georgiano y ghanés, incluyendo los cuatro profesionales del CDR. 

El planteamiento de la excursión combinó tres niveles: 

  1. Educativo, a través del conocimiento histórico, artístico y social del patrimonio valenciano.
  2. Relacional, fomentando la comunicación, la participación y la empatía dentro del grupo.
  3. Emocional, buscando un espacio donde cada persona pudiera sentirse parte de algo común, romper rutinas y reconocerse en una experiencia compartida. 

Desarrollo de la actividad   

El autobús salió a las 9 de la mañana de Sergobe. Una vez en Valencia, el recorrido de la excursión fue guiado. El punto de partida fue las Torres de Serrano, se comenzó dando la bienvenida al grupo y se inició un paseo guiado por el centro histórico de Valencia, con paradas en los siguientes puntos: 

  1. Torres de Serranos – Introducción a la ciudad medieval. 
  2. Casa de las Rocas y restos de la muralla – Explicación de las procesiones del Corpus Christi. 
  3. Les Corts Valencianes – Historia y función del parlamento valenciano. 
  4. Plaza de la Virgen y Fuente del Turia – Interpretación simbólica de las acequias y la huerta. 
  5. Basílica y Catedral de Valencia – Breve explicación sobre el Santo Cáliz y la Virgen de los Desamparados. 
  6. Plaza de la Almoina y Plaza de la Reina – Restos romanos y modernización urbana. 
  7. Calle de los Sombrerers y Torre de Santa Catalina – Artesanado, horchatería y curiosidades del barrio antiguo. 
  8. Plaza Redonda – Espacio circular y comercio tradicional. 
  9. Mercado Central y Lonja de la Seda – Modernismo y comercio histórico. 
  10. Ayuntamiento, Estación del Norte y Plaza de Toros – Iconos del modernismo valenciano y mosaicos representativos. 

 

Las explicaciones se alternaron entre los miembros del equipo técnico, adaptando el ritmo según el interés y la comprensión del grupo. El recorrido permitió descubrir la historia y el presente de valencia de forma amena con participación constante. 

Cuando el grupo visitó el Mercado Central, donde se comentaron los productos típicos valencianos y el contraste del mercado entre tradición y modernidad, el grupo hizo una parada en una tienda colombiana, donde los propios participantes decidieron comprar panecillos y una bebida típica de su país para compartir con el equipo, como gesto de agradecimiento y orgullo cultural. 

Almuerzo y dinámica participativa

A mediodía, el grupo hizo una parada en el cauce viejo del río Turia con motivo de realizar un picnic. Cada persona llevó su propia comida, y tras el almuerzo se realizó una dinámica grupal con un ovillo de lana.  

Era el momento idóneo para dar la oportunidad de abrirse a quien así lo deseara. El propósito principal de la actividad era que en este momento pudieran abrirse vías de comunicación entre los participantes, para a partir de compartir sus propias experiencias de vida, se sintieran acompañados por personas con experiencias similares; y a partir de ahí pudieran establecerse unos primeros vínculos. 

La consigna era sencilla: quien recibía el ovillo debía presentarse, contar de dónde venía y compartir algo positivo de su experiencia migratoria o su vida actual. A medida que avanzaba la dinámica, el ovillo fue tejiendo una red real y simbólica entre todas las personas. La dinámica a medida que avanzaba, se fue volviendo cada vez más emotiva.  

Algunas usuarias compartieron recuerdos de sus familias, otras hablaron de lo que habían aprendido en España y qué era lo que más apreciaban de nuestro país, o del valor de haber encontrado apoyo en el CDR Alto Palancia y Mijares. Las intervenciones fueron acompañadas por risas y aplausos. Fue un espacio de escucha, reconocimiento y pertenencia que marcó el día. 

A continuación, para dirigirnos hasta el museo realizamos un recorrido por el mismo cauce viejo del Turia, con dos paradas acordadas. Una para visitar los baños públicos (nos hacía falta a todos), y otra en el parque del Gulliver, donde los más peques pudieron disfrutar de su momento propio.  En esta parada el grupo se disgregó y comenzó a disfrutar de la posibilidad de interactuar libremente sin el acompañamiento del equipo técnico.

Visita al Museo de las Artes y las Ciencias 

La jornada terminó con la visita al Museo de las Artes y las Ciencias, actividad organizada y gestionada por el equipo del CDR Palancia Mijares. Las entradas se adquirieron a través de la tarifa de grupo coordinado por ONG, lo que permitió el acceso a un precio reducido y la gestión colectiva de la reserva. 

El grupo primero, compartió espacio en la zona exterior del complejo arquitectónico, donde compartieron risas, se hicieron fotos y donde se ofreció una breve explicación sobre el diseño arquitectónico de Santiago Calatrava, su simbología y el valor cultural del conjunto. 

A continuación, los participantes pudieron recorrer libremente las salas expositivas, acompañados por el equipo técnico donde se estableció una hora y punto de encuentro para poder regresar al autobús y hacer recuento. Para muchas usuarias, era la primera vez que visitaban un museo de este tipo. El entorno moderno y luminoso contrastó con el casco histórico de la mañana, completando así una visión global de la ciudad: desde su pasado a su futuro. 

Finalmente, el museo se convirtió en un cierre perfecto, combinando cultura descubrimiento y emoción, las usuarias expresaron su bienestar con el día y con el contenido de la excursión. 

 

Valoración e impacto

El balance en general de la actividad fue muy positivo, tanto por las respuestas de los participantes como por el análisis interno realizado por el equipo técnico. 

Impacto educativo y cultural 

  • Muchas personas conocieron la ciudad de Valencia y su historia por primera vez, conectando con el patrimonio y los símbolos de la Comunitat. 
  • Las explicaciones y la guía adaptada permitieron un aprendizaje accesible, en un ambiente cercano y comprensible para todos los niveles. 

Impacto relacional

  • El grupo funcionó con cohesión, humor y respeto, mezclándose nacionalidades y realidades diferentes. 
  • Se fortalecieron lazos entre usuarios de distintos municipios creando nuevos contactos y relaciones de apoyo mutuo. 

Impacto emocional  

  • La dinámica del ovillo permitió expresar sentimientos y reconocerse en la historia propia, generando orgullo y sentido de pertenencia. 
  • Varias personas expresaron su bienestar y felicidad al salir de su rutina y comunicaron las ganas de participar en próximos encuentros. 

Puntos de mejora para próximas salidas 

  • Ajustar el recorrido en duración, incorporando pausas más frecuentes si es el caso de jornadas calurosas. 
  • Programas excursiones periódicas a otros destinos para mantener el vínculo el interés del grupo. 
  • Adaptación del recorrido a las circunstancias personales de los participantes, aunque Valencia es una ciudad inclusica, y con eliminación de barreras arquitectónicas, en algunos momentos hubo que partir el recorrido entre personas con sillas de paseo, y las que podían subir escaleras. Por otro lado, y en el mismo punto, hay que contemplar si el recorrido se adapta a todos los perfiles convocados a la participación, pues en algunos puntos el recorrido fue especialmente duro para algunos niños pequeños. 
  • La valoración positiva por parte de los participantes nos hace plantearnos si este tipo de ofertas de ocio, no deberían de tener más presencia en los programas de inclusión, con mayor número de actividades. Para lo cual necesitaríamos unas mejoras en las partidas presupuestarías. 

Estas observaciones se entienden no como carencias, sino como parte del proceso de aprendizaje y mejora continua del quipo en la planificación de actividades con salidas a otras comarcas. 

Conclusión 

La excursión multicultural a Valencia fue una experiencia integral que unió cultura, convivencia y emoción. Permitió a 40 personas descubrir una nueva ciudad y crear una nueva red social. El CDR Alto Palancia y Mijares reafirma con esta actividad su compromiso con una inclusión activa y participativa, donde la cultura y el encuentro son herramientas de transformación.  

Actividades como estas     que, incluso en contextos rurales y con recursos limitados, es posible abrir horizontes, generar autoestima y construir comunidad. 

 

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