El día 16 de noviembre se celebra el Día Mundial del Orgullo Rural. En este año 2020 se celebra la segunda edición de un día que se estrenó el año pasado para reivindicar y defender los derechos de las personas que deciden vivir en los pueblos.
La idea nació de la Plataforma Ciudadana Rural Minera, de la provincia de Teruel, como una manera de mostrar las bondades y aspectos positivos de vivir en el mundo rural y para ello crearon una bandera propia del Orgullo Rural, reivindicativa de lo que supone vivir en áreas despobladas.
La bandera del #OrgulloRural está teñida por todos los colores de la naturaleza: el azul del cielo; el amarillo del sol; el marrón de la tierra; el verde de los ríos y la vegetación; y el rojo de los minerales. Además, para darle universalidad, estamparon siete estrellas simulando la constelación de la Osa Mayor y que puede verse desde un solo cielo, el que nos es común a todos.
En este año 2020 en el que, por desgracia, palabras como “estado de alarma, confinamiento, alarma sanitaria, Covid-19, restricciones…” han pasado a formar parte de nuestro día a día parece que se ha vuelto a hablar de lo bien que se vive en los pueblos y otra vez nos hemos “puesto de moda”.
En los últimos meses son muchas las personas y familias que se han interesado por las casas vacías de nuestros pueblos, los proyectos educativos de la escuela rural, la agricultura y nuestros campos. Por fin, muchos de estos recursos se están poniendo en valor y nuestras calles y pueblos llenando de nuevos pobladores a los que desde aquí agradecemos su valentía y su amor por el mundo rural.
Desde el Centro de Desarrollo Rural recibimos mensajes todas las semanas de personas y familias, de todo el territorio nacional y de otros países, interesadas en vivir en nuestros pueblos y comarcas. Trabajo, vivienda, colegio, tierras son sus principales peticiones y por desgracia muy difícil atender todas estas demandas y darles una solución.
En nuestras manos está darles toda la información posible, ayudarles a buscar vivienda, trabajo, colegios, orientarles, formarles y acompañarles para la puesta en marcha de nuevos proyectos e iniciativas empresariales en el mundo rural. No es fácil atender las necesidades de estas personas y familias. Ojalá pudiéramos dar a todas ellas la oportunidad de venir a nuestros pueblos.
Deseamos que la situación de alarma derivada de la crisis sanitaria que vivimos en el estado español se solucione pronto. Pero también deseamos que todas esas personas y familias que ya se han desplazado en el mundo rural y las que en estos momentos están pensando en instalarse en un pueblo puedan crear un proyecto de vida estable en el medio rural y permanecer en él durante muchos años. Es cierto que puede parecer idílico vivir en un pueblo, pero tenemos que poner los pies en el suelo y no dejarnos llevar por una moda pasajera.
Nuestros pueblos no están vacíos, es nuestra realidad la que está invisibilizada. Queremos servicios equiparables a los que tienen los habitantes del mundo urbano, queremos limpiar los estereotipos negativos del medio rural y visibilizar nuestros recursos, nuestros bienes materiales e inmateriales, nuestro patrimonio, nuestras tradiciones y la valía del capital humano de nuestros pueblos.
Desde nuestro centro continuaremos mostrando todo lo bueno que tenemos en los pueblos, lo que somos capaces de hacer incluso con falta de recursos e infraestructuras, compitiendo en un mundo globalizado que no tiene en cuenta nuestra diversidad.
Aquí continuaremos, desde Castellnovo, mostrando al mundo todas las bondades del mundo rural, orgullosos de ser de pueblo y siempre con mucho #OrgulloRural.